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Todos vuelven, dice la canción del maestro César Miró. Un tema que para la voleibolista Karla Ortiz tiene sabor a nostalgia, pero también a compromiso. Y fue esto último lo que la llevó a no pensarlo dos veces cuando decidió tomar el primer avión de retorno a Lima, procedente de Israel, apenas terminó su vínculo con el Hapoel Kfar Saba, el primer club internacional que defendió esta temporada.
"Todos me esperaban el viernes, pero yo terminé de jugar el pasado fin de semana. Entonces, me dije que en el primer vuelo que encontrara regresaría al Perú y así fue. Llegué el martes y al día siguiente ya estaba entrenando con la selección y el profesor Luca Cristofani", contó la joven veinteañera.
Sin duda, la experiencia internacional fue una inyección de ánimo, pero, sobre todo, de madurez para la puntera peruana y también del Divino Maestro, el club que la dio a conocer en el mundo de los mates.
"Una cosa es estar en tu país, jugar tu propia liga, ante tu gente, ser seleccionada y que todos te hagan sentir estrella. Otra es estar fuera, sin la familia, sin las amigas o las compañeras que te protegen. Allí te das cuenta de cuán importante es la responsabilidad y aprendes a valorar más a tu país y todo lo que tienes", sostuvo.
Lo que también se fortaleció en Karla Ortiz fue la confianza en lograr los objetivos trazados. Tiene clavado en la mente un anhelo, llegar a unos Juegos Olímpicos y, si bien las circunstancias no favorecen al combinado patrio, ella está segura de que nada está dicho aún.
"Aún nos queda tiempo para trabajar. Ahora hay más jugadoras en el plantel y una mejor banca. El técnico tiene más de donde escoger. Además, son dos oportunidades, el Preolímpico de Brasil y, si no es allí, el de Japón. Pero lo primero que debemos hacer es desterrar esa idea del 'cuco' brasileño. Si nos quitamos eso de la cabeza estaremos en condiciones de luchar".
Pero es difícil, no puedes negar que Brasil está mejor que nosotros y es un solo cupo...
En una competencia todo es posible. Y, la verdad, es que ellas no están bien últimamente. ¿Acaso no se pudo antes, por qué no ahora?
Entonces, ¿en verdad crees que podemos llegar a Londres 2012?
¿Y por qué no? Para mí es un sueño de niña que hoy tengo la posibilidad de hacer realidad. Y si tengo que rajarme en la cancha para lograrlo, lo haré. ¡Son unos Juegos Olímpicos! No podemos tirar la toalla sin antes ir al frente.
Palabras sabias de una joven que necesitaba salir al extranjero para alcanzar madurez en el juego y en sus ideas. Alguien dijo una vez que uno nunca debe dejar de soñar porque, tarde o temprano, los sueños de hacen realidad. ¿Será esta vez?
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