En la final disputada en Saquarema, la selección brasileña se alzó con el título del Sudamericano Juvenil al derrotar a su similar de Argentina 3 a 0 con parciales de 25-14, 25-17 y 25-17 y de esta manera retuvo su corona en esta categoría.
No obstante su caída ante los brasileños, los argentinos ya habían asegurado su presencia en el próximo Mundial que se jugará el otro año en Turquía.