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No fue nada fácil, pero es justamente por eso que así se goza más. Fue esa la razón por la que al final del juego las juveniles se abrazaron unas a otras y no solo dejaron el sudor en la cancha, sino también muchas lágrimas. Lágrimas de alegría, desde luego. En un durísimo encuentro la selección peruana juvenil venció a su similar de Colombia 3-1 y no solo aseguró su presencia en la final del Campeonato Sudamericano, sino además selló su clasificación al próximo Mundial de la categoría a jugarse en República Checa.
En un coliseo Dibós totalmente abarrotado de hinchas que no cesaron de alentar a la bicolor, las muchachas de Natalia Málaga supieron tener la capacidad suficiente para reponerse a un inicio dubitativo que le permitió a su rival adelantarse en el marcador (25-23 a favor de las visitantes).
En el siguiente set, ya con Sandra Santana en el armado en reemplazo de Shiamara Almeida, las peruanas fueron dejando de lado su evidente nerviosismo y tomaron la iniciativa frente a un conjunto que hacía de su bloqueo una de sus mayores armas. Pero la picardía de las atacantes nacionales sobrepasó ese obstáculo y se llevaron el segundo parcial por 25-20.
Con el marcador igualado, la selección tuvo más calma para desarrollar su juego. Los saques de Leyva causaban estragos en la defensa colombiana y eso le permitió sacar una diferencia de hasta 10 puntos (15-5). Pero sucesivos errores en la recepción casi le cuesta ceder esta manga que felizmente pudo sacar adelante por 25-21.
El cuarto set fue verdaderamente dramático. Los puntos se alternaban y ningún equipo podía dispararse en el marcador, por lo que hasta las instancias finales de este periodo nada estaba definido. Fue en la recta final que Perú supo aprovechar las dudas de su antagonista y al fin pudo sentenciar el encuentro al adjudicarse el parcial por 25-22.
Fue entonces que el coliseo explotó de júbilo, niños y adultos por igual vitoreaban a esas doce chicas que hicieron posible que Perú vuelva a estar presente en un Mundial de la categoría. Natalia levantaba los puños en alto, mientras sus jugadoras expresaban su emoción en la cancha con lágrimas que surcaban sus rostros juveniles. Y en los hogares ese ¡Arriba Perú! sonaba más fuerte que nunca.
Párrafo aparte para la selección colombiana, un digno rival que no se dio nunca por vencido. Una selección que está en franco ascenso y eso hay que destacarlo también. Y su crecimiento no tiene fórmulas secretas, es simplemente producto de un trabajo planificado pensando a futuro.
Este lunes la selección buscará cerrar literalmente con broche de oro su campaña en este Sudamericano cuando se mida por el título a Brasil, que en la otra semifinal superó 3-0 a Chile (25-7, 25-14 y 25-17). Por la medalla de bronce colombianas y chilenas chocarán en el preliminar.
Que alegría muchachas...y no pude verlo...ojala y lo suban ya en youtube...asi se hace...ARRIBA PERÚ...
ResponderEliminarque emocion a pesar que el 90% de las jugadoras son menores. que gran futuro para las chikas
ResponderEliminarA pesar del triunfo tengo que manifestar mi crítica contra Natalia Málaga, esa no es entrenadora, al comienzo no les aconsejaba nada en los tiempos, solamente era para insultar a sus jugadoras con lisuras, palabras insultativas,castigando físicamente a a las voleibolistas, les tocó la cara copmo d´ñandoles bofetadas. Eso no hace un entrenador, por más vulgar que sea, esta Sra. se ha equivocado, cree que hablarles fuerte es insultar y hablar groserías. Las autoridades no deben dejar pasar est, porque se televisa a todo el Perú. Repito no utiliza los tiempos para aconsejat sino para atacar de lo más vulgar a sus jugadoras. Pregunto ¿ha cambiado en algo el juego de Perú?, sigue igual de hace años con Natalia Málaga,no hay mejoría, sino estancamiento.AUTORIDADES NO PUEDEN PERMITIR QUE ESA ENTRENADORA SIGA HUMILLANDO A LA POCAS JUGADORAS QUE TIENE, ESTAMOS EN UN PAÍS DEMOCRÁTICO, CULTO, ORDENADO. sRA. nATALIA SE EQUIVOCÓ DE TRABAJO, BÚSQUESE UN SICÓLOGO. aSÍ HUNDE AL EQUIPO, LAS DESANIMA, LAS PONE NERVIOSAS, ATENTA CONTRA SU AOTOESTIMA, NO RESPETA A LA PERSONA HUMANA. cAMBIE INMEDIATAMENTE O SE VA?
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