Fuente: somosvoley.com
Se completó la segunda jornada del primer weekend de la Liga Mundial y mientras en el Grupo A Serbia derrotó a Cuba para mantener la paridad junto a Rusia, Italia manda en el Grupo C. Por el Grupo B, Finlandia dio el batacazo ante Polonia y Canadá sorprendió a Brasil, ambos por 3-2. Este domingo se completa el primer fin de semana de competencia. El Grupo D de Argentina debuta la semana próxima.
El Grupo A está liderado por Rusia y Serbia, aunque solo el campeón defensor está invicto. En su segundo juego, el conjunto dirigido por Vladimir Alekno le ganó por 3-2 a Japón en un partido en el que Rusia sumó 18 puntos de bloqueo.
La otra partida de la zona fue para Serbia, que se impuso por 3-1 a Cuba con parciales de 25-19, 20-25, 27-25 y 27-25 con un gran partido de su armador Vlado Petkovic y una muy buena tarde de una ofensiva en la que todos superaron la decena de puntos. En el seleccionado cubano una vez más se notó la dependencia en Wilfredo León (20 tantos).
En la ciudad de Toronto, Canadá, hubo una jornada totalmente sorpresiva en el Grupo B. En el primer turno, y ante más de 8 mil personas, el local le ganó 3-2 a Brasil para quedarse solo en la punta y propinarle la segunda derrota al subcampeón. Los 33 puntos de Gavin Schmitt (29/54) y los 21 de Perrin Gordon fueron más que un Brasil desconcertado: Ricardinho arrancó de titular pero el que terminó en cancha fue Bruno Rezende, al igual que Théo, Thiago Alves, Rodrigão y Lucarelli, que habían comenzado afuera.
Más tarde, Finlandia, sin Daniel Castellani porque se olvidaron de sacarle la visa para que pueda viajar, venció 3-2 a Polonia, verdugo de Brasil en la primera jornada. Olli Pekka con 29 tantos lideró a un seleccionado finés que así respira tras la derrota ante Canadá.
Por el Grupo C, Italia fue de menos a más para superar a Francia en el duelo de ganadores. El conjunto galo se llevó el primer set 25-20 pero la ‘azurra’ reaccionó de la mano de Cristian Savani e Iván Zaytsev para darlo vuelta con parciales de 25-22, 25-21 y 25-22. En el este último fue clave el interminable Samuele Papi.
En el primer turno, Estados Unidos le había ganado 3-2 a Corea tras levantar un match ball: fue 17-15 para salvarse de un nuevo tropezón tras la caída ante Francia.
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