ES PARA PREOCUPARSE

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Unas de cal y otras de arena. Con esa frase tan trillada se puede sintetizar la actuación de la selección juvenil esta noche ante República Dominicana, sexteto que la derrotó 3-2 en su tercer compromiso en la V Copa Latina que se disputa en el coliseo Dibós en San Borja. 

Por momentos el juego de la bicolor es intenso, avasallador, con cada línea del equipo bien coordinada y solidaria. Pero en otros pasajes de los cotejos se torna frágil, sin vitalidad, previsible y, lo que es peor, sin ninguna pizca de rebeldía. Esa inconstancia le termina, como en esta ocasión, pasando factura. 

¿Cómo se puede explicar entonces que se haya perdido este partido? ¿A qué obedece el hecho de que la selección caiga en tantos baches? La ventaja en el marcador siempre la tuvo, algo que debió redundar en una mayor motivación para las pupilas de Natalia Málaga. Pero no. El primer set se lo llevaron casi caminando (25-13). En el segundo, las dominicanas aprovecharon las indecisiones de las incaicas y ganaron el parcial por 25-23.

En la siguiente manga Perú volvió a retomar el ritmo inicial. Paliza para las visitantes con un claro 25-14 a favor de las locales. Pero en el cuarto, la veleidad del conjunto nacional volvió a manifestarse y cedieron el set por 21-25. En el quinto, luego de soltar los primeros puntos, peleó hasta el final pero no alcanzó: las caribeñas cerraron el encuentro con un 15-13 a su favor.

El domingo, como vano consuelo, la selección se medirá ante México por el tercer lugar del torneo. En cambio, dominicanas y colombianas disputarán el título.