La selección de menores que dirige Natalia Málaga cayó en su debut en la II Copa Plaza Vea ante su similar de Puerto Rico por 3-2, en el choque disputado en el coliseo Miguel Grau del Callao. Este viernes las nacionales se medirán con el sexteto de Venezuela que en el preliminar venció 3-1 a Cuba (25-19, 22-25, 25-18 y 25-22).
El exfutbolista y campeón mundial, Jorge Valdano, afirmó en cierta ocasión que el fútbol empieza en la cabeza y termina en los pies. Si nos prestáramos la frase del argentino diríamos que el voleibol también comienza en la cabeza, pero acaba en las manos. En otras palabras, lo que Valdano quería enfatizar es la importancia de que el deportista-y por extensión un equipo- esté fuerte mentalmente.
Si la voleibolista no tiene confianza en sí misma y, más aún si no encuentra un soporte emocional en su comando técnico, lo que sucedió anoche con la selección de menores será una escena frecuente. Un cuadro de jovencitas con evidente miedo escénico, inseguras y con muchas inconsistencias. Pero, felizmente, todavía están a una edad que es posible fortalecer en ellas ese aspecto tan importante como es la fortaleza mental.
La bicolor empezó ganando el encuentro al llevarse el set inicial por un holgado 25-12. El rival recién apareció en el siguiente parcial para complicar con sus saques -lo que después fue una constante- y ganarlo por 25-23. En un luchado tercer juego, las pupilas de Natalia Málaga se lo adjudicaron por 28-26.
Cuando se pensaba que el triunfo ya estaba asegurado y que la moral del equipo iba in crescendo, los reiterados desaciertos defensivos, en especial la recepción, fueron minando en nuestras menores la confianza en sus propias capacidades. Al final las puertorriqueñas se aprovecharon de eso y se llevaron la victoria tras ganar el cuarto set por 25-23 y el quinto por 15-9.
Ahora se viene Venezuela, en cuya plantilla figura varias jugadoras de su combinado mayor. El oponente es complicado, pero el mayor reto de las menores será vencer ese miedo escénico, esa inseguridad y… volver a creer en ellas mismas.
NATALIA ES EL SIMBOLO DE LO QUE LA ORGANIZACION Y LA DESENCIA REPRESENTA LA FPV ... NO HAY PLANIFICACION Y SI MUCHO POPULISMO ... TERMINARAN DE REQUEMAR A NATALIA, QUE DE SER UNA DE LAS MEJORES JUGADORAS QUE PERÚ TUVO, PASA A SER UNA DE LOS PEORES TECNICOS QUE UNA SELECCION TUVO ...
ResponderEliminarvamos chicas pero es bueno q prueben otras opciones
ResponderEliminarQue paso levanten el animo vamos jovencitas uds...pueden y deben creersela por favor....VAMOS PERU...VAMOS QUE SI SE PUEDE...TODO ESTA EN LA CABEZA ...este partido era nuestro pero que sirva para enmendar errores...
ResponderEliminarAyer Natalia fue Puerto riqueña , q las deje de gritar que no les quite la inspiracion , las centrales tambien atacan no solo bloquean . Natalia muy mal ...
ResponderEliminarLa culpa que Natalia sea así, la tienen sus amiguitas como Leyla, Lucha Fuentes, Denisse y los periodistas de Frecuencia Latina, cómplices de su mal comportamiento. Ayer perdió Perú por Natalia como en otras oportunidades: ¿qué aconsejaba en los entretiempos a sus dirigidas?, nada, absolutamente nada, solamente se dedica a decirles mierdas, tontas, carajo, y que fea muletilla tiene, cuando dice: "A, a, a que se creen a, a, a..." Lo peor se dirige directamente a cada jugadora y les insulta, les habla groserías, les baja la moral, la autoestima, las derrumba. Natalia no respeta ni a los padres de las chicas, ni a sus jugadoras, ni al público en general, al televidente. La única entrenadora en el mundo, que no recompone el juego en los entretiempos, que no aconseja nuevas tácticas, solamente insulta y de qué manera. Francamente yo he sentido veüenza anoche por las voleybollistas, señoritas que merecen todo nuestro respeto, ya no son niñas como dicen muchas personas. Natalia sigue así, porque nadie le ha dicho lo que tiene que decirle, decirle las verdades. Anoche las derrumbó a las jugadoras, parece loca gritando, hasta mentó la madre a uno de los señaladores de esquina, inaudito, no puede ser, parece callejonera, pirañita, ni una pizca de educación. Eso no es infundirle coraje, es hundir al ser humano, están muy equivocadas las personas que la defienden. Podrá haber sido una excelente voleybollista de nuestra selección, nadie lo duda ni lo discute, pero es una pésima entrenadora. Señores dirigentes, cómplices también de esta actitud negativa de Natalia, ya es hora que pongan en su sitio a esta señora entrenadora y contraten a un entrenador brasileño, que sea el mejor o de lo mejorcito que hay en Brasil, uno para cada categoría y el sueldo de estos entrenadores, que lo paguen las mineras, los bancos, movistar, Claro, el gobierno, etc. Señores dirigentes no maten el voley femenino de nuestro país. Voleybollistas hay muy buenas, falta entrenadores verdaderos, de alta calidad.
ResponderEliminarYo tambien senti verguenza anoche por la mediocridad de Natalia, en vez de darles instrucciones tecnicas las HUMILLA como si asi las hace despertar. UN CARAJO JUEGUEN bastaria pero no ella quiere verlas humilladas, saca su frustracion personal y la descarga con ellas, si un jugador juega mal es porque ha sido mal entrenada y si ha sido bien entrenada y sigue jugando mal es que no sirve para el voley y sencillamente se la saca y no se la vuelve a convocar pero con insultos no haran una buena jugadora.
ResponderEliminarPuerto Rico se las gano delen credito al rivar que fue mejor. Y tambien son nenas de 14 y 16 prejuveniles.
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