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Fuente: canchallena.lanacion.com.ar
Gilberto Godoy Filho, a los 35 años juega con sus hijos Nicoll y Patrick en el bar del Club de Amigos mientras espera su primera charla técnica con Bolívar pensando en la próxima Liga Argentina de Vóley.
Considerado uno de los mejores (o el mejor) jugadores de la historia de este deporte, el brasileño Giba, como lo conoce el mundo, jugará la siguiente temporada en el equipo de Marcelo Tinelli, que busca recuperar el predominio en un torneo que no lo tuvo como ganador en los últimos dos años.
Nacido en la ciudad de Londrina, Giba, de 35 años, desembarca en el voleibol argentino tras disputar sus últimos partidos con su selección en los Juegos Olímpicos de Londres, donde Brasil fue medalla de plata luego de perder una increíble final ante Rusia por 3-2.
- ¿Por qué aceptaste el desafío de Bolívar? ¿Qué te sedujo de aceptar esta propuesta a esta altura de tu vida?
- Porque hace años ya jugué con Weber y lo conocí como persona y jugador. Me encantó mucho cuando me llamó por teléfono para invitarme a jugar en Bolívar y me gustó tanto la pasión con la que me relató el proyecto y la misma que demostró el presidente Marcelo (Tinelli) la primera vez que me comentó la posibilidad.
- ¿Cómo le trasladaste a tu familia la idea de jugar en la Argentina tras tu último Juego Olímpico en Londres?
- Creo que ellos están acostumbrado un poco a ir de acá para allá porque estuve seis años en Italia, dos en Rusia, dos en San Pablo, uno en Florianópolis y ahora llegamos a Buenos Aires. Lo que priorizo en este momento es tener a toda la familia junta, ya que me propuse luego del último año con la selección nacional tener una vida 'normal'.
- ¿Cómo viviste este último año de selección con el desafío en Londres de vestir la camiseta verdeamarela por última vez?
- Como dice mi mujer, el retiro de la selección lo viví muy bien conmigo mismo, porque en 20 años de selección di siempre el cien por ciento de mis posibilidades en cada competencia. Tres Juegos Olímpicos, tres finales y tres medallas es hermoso y me quedo muy tranquilo porque la selección brasileña tiene una buena renovación para iniciar un ciclo nuevo.
- ¿Vislumbraste un final ideal en el tercer set de la final ante Rusia en Londres con la medalla de oro?
- Un partido se cierra sólo cuando finaliza y termina. Yo creía que podía ser un desenlace ideal, pero no sucedió. Pero la medalla de plata no se puede dejar de sentir como un honor, más allá de que la de oro hubiera sido ideal.
- ¿Cómo evalúas a la selección argentina?
- El equipo argentino está creciendo mucho y tiene un objetivo claro que son los Juegos Olímpicos de Río 2016, porque en ese torneo este plantel tendrá una experiencia mayor y una mejor vigor físico que le sacará provecho a todas las vivencias de estos últimos cuatro años.
- ¿Ves parecidos entre Bernardinho y Weber?
- No tengo la costumbre de hacer una comparación. Todavía no trabajé en competencia con Weber, pero dentro de seis meses voy a poder tener un criterio claro para hacer un balance entre ambos.
- ¿Cómo analizas la Liga Argentina para esta temporada?
- A priori es un torneo con mucha competitividad porque es un campeonato que tiene nombres importantes, pero como dice Weber en nuestro caso tenemos un plantel muy bueno y tenemos que conformar un equipo muy bueno, que es más importante. Todos los restantes equipos y jugadores querrán ganar también y será un gran espectáculo para el público.
- ¿Cuáles son las claves para que el plantel de Bolívar se transforme en un gran equipo?
- El día a día, cada entrenamiento, cada viaje permite que los jugadores se conozcan cada vez más y contribuye a la unión de un plantel que luego se traslada a la cancha. Será cuestión de ir de menor a mayor.
El celular suena y del otro lado su mujer le recuerda su compromiso con el colegio de los chicos para comenzar a acomodar a su familia a Buenos Aires... los primeros pasos del astro brasileño del voleibol en la Argentina comienzan a desarrollarse a la espera del debut con la camiseta celeste de Bolívar.
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