lunes, 26 de noviembre de 2012

SUDAMERICANO DE MENORES –F: ¡Y YA LO VE, Y YA LO VE, SOMOS CAMPEONES OTRA VEZ!



Cómo no conmoverse con las lágrimas de Shiamara Almeida. Cómo no animarse a dar un pasito de baile con Rosita Valiente. Cómo no confundirse en un abrazo eterno con la capitana Ángela Leyva. Cómo no unirse al grupo que elevaba por los aires a Natalia Málaga. Cómo no quedarse afónico junto con los miles de hinchas que llegaron al Miguel Grau para ver a nuestra selección llevarse el título sudamericano. Cómo no hacer todo eso… si lo habíamos esperado tanto tiempo. 

Habíamos aguardado 32 largos años para volver a vivir algo así. Para sentir lo que es ver colgar en el cuello de nuestras chicas esas medallas doradas que esta noche brillaron más que nunca. Para gritar una y otra vez: ¡Somos campeones! Para estar en lo alto del podio e ilusionarnos de que en ese lugar nos quedaremos por muchos años más.

El de hoy fue un partido intenso y con cierta cuota de dramatismo, ingredientes siempre presentes en toda final. Luego de un dubitativo comienzo, las nacionales hicieron del saque de Hilary Palma su mejor arma para desconcertar a las brasileñas y llevarse el set por 25-18. 

Al frente estaba el 14 veces campeón sudamericano por lo que estaba prohibido pestañear. Lo que en el anterior parcial fue la mayor fortaleza de las ‘incaicas’ (el saque), en el segundo fue su talón de Aquiles. Las ‘garotas’ se aprovecharon de eso e igualaron el marcador 1-1 (25-18). En la siguiente manga, Perú volvió a retomar el ritmo del primero y luego de haber estado abajo se recuperó y la ganó por 25-20. 

El cuarto fue favorable para Brasil por 25-23  por lo que todo se tuvo que definir en un quinto set. Y fue allí donde la casta ganadora de esta nueva camada de voleibolistas brilló en todo su resplandor. Salvo algunas vacilaciones, siempre estuvieron en ventaja y mantuvieron la calma cuando Brasil se acercaba peligrosamente. Al final, los saques de Valiente y las arremetidas de Leyva le dieron el triunfo a la bicolor por 15-10.

Entonces, se desató el júbilo. Aquella explosión de alegría contenida por más de tres décadas. Fue un largo tiempo de espera, pero valió la pena porque ahora este nuevo título tiene un sabor distinto. Sino que lo diga Natalia, quien como jugadora se había coronado en 1980 y ahora vuelve a conseguirlo como cabeza de este grupo. Celébralo, Natalia. Festéjenlo, chicas. Gózalo, Perú. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario