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Superioridad o supremacía de cualquier tipo. Así define la Real Academia de la Lengua Española el término hegemonía. Y es precisamente la superioridad que demostró ante el resto a lo largo del certamen lo que ha llevado a Peerless a llevarse el título del Clausura al derrotar a Flamenco 3-0 (25-18, 25-20 y 25-18) y conseguir automáticamente el título nacional, el tercero de forma consecutiva.
Más allá de algunos altibajos, como aquella caída ante la Universidad de Lima (su única derrota en el Clausura), el elenco ‘canario’ se dio maña para someter a sus rivales gracias a la experiencia y el talento de sus jugadores. Línea por línea, Peerless no solo tuvo a los mejores dentro del campo, sino que también contó con muy buenos sustitutos.
Con el inacabable capitán César Záyers (quien ya suma 23 títulos en su haber), con un Luis Soto más demoledor que nunca, con un Roger Rengifo intratable en el bloqueo, con un Martín Portillo demostrando el por qué Peerless se fijó en él y con un Renzo Delgado en su mejor nivel, la escuadra de San Isidro se fue de ‘robo’ en esta competencia. No hubo nadie que siquiera le haga sombra. Así de lejos estuvo del resto.
Por eso, este nuevo título no admite ninguna discusión y el tricampeonato alcanzado no hace más que confirmar que cuando se trabaja con dedicación y planificación las satisfacciones y los éxitos llegarán tarde o temprano. Felicitaciones, campeón. O mejor, Tricampeón.
Por otro lado, en la lucha por el tercer lugar el club Regatas Lima salió airoso en su segundo encuentro ante la U. de Lima al que venció 3-2 (21-25, 16-25, 25-23, 26-24 y 15-13), por lo que hoy estarán jugando un partido definitorio. Dicho duelo va a las 4 p.m. en el coliseo Bonilla.
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