jueves, 8 de agosto de 2013

DUEÑO DE CLUB DE VÓLEIBOL IMPLICADO EN LA MUERTE DE LA JUGADORA HOLANDESA


Fuente: abc.es

El Juzgado de Instrucción de Molina de Segura (Murcia) que investiga el asesinato de la jugadora holandesa de vóleibol Ingrid Visser y de su pareja, Lodewijk Severein, ha imputado como presunto participante en los hechos a Evedasto Lifante, propietario del club en el que militó aquélla.

La decisión judicial ha sido conocida ahora, al levantarse el secreto que pesaba sobre las actuaciones, lo que ha permitido saber también que igualmente ha sido imputada María Rosa Vázquez, una amiga del exgerente del club Juan Cuenca, que se encuentra en prisión por estos hechos desde finales del pasado mayo.

En el auto en el que se acordó la puesta en libertad de Lifante, que prestó declaración el pasado 1 de agosto en el Juzgado tras pasar a la situación de detenido, el Juzgado indicaba que "existen bastantes indicios" contra él, aunque solo se ordenaba su comparecencia en el Juzgado en los días que se le indicarían posteriormente.

Entre esos indicios, figuran las declaraciones acusatorias de Cuenca, así como el hallazgo de una fotografía del propio Lifante en el registro de la vivienda que ocupaba en Valencia uno de los ciudadanos rumanos considerados autores materiales del doble crimen.

También juega en su contra un informe policial en el que se considera que debía una importante cantidad de dinero a la jugadora y que, asimismo, Cuenca y Lodewijk habían realizado gestiones en los meses previos al doble asesinato -ocurrido el pasado mayo- para conseguir la venta de una cantera propiedad de Lifante ubicada en el municipio murciano de Fortuna.

El levantamiento del secreto ha permitido conocer también que en las diligencias ha prestado igualmente declaración, como imputada, la amiga de Cuenca, María Rosa Vázquez, quien se supone que tuvo conocimiento de los hechos y que realizó diversas gestiones por encargo del exgerente del club en los momentos inmediatamente anteriores y posteriores al crimen.

Así, fue ella la que alquiló la casa rural ubicada en un paraje de Molina de Segura donde perdieron la vida la jugadora y su pareja, y la que devolvió las llaves a sus dueños cuando fueron retirados los cadáveres y limpiadas las diferentes estancias de la vivienda para borrar huellas.

Asimismo, fue ella la que recibió el encargo de Cuenca de "comprar bolsas de basura grandes, sosa cáustica y una radial", según el contenido del mensaje que le envió éste.

En las diligencias judiciales figura igualmente el contenido de otro mensaje en el que Juan Cuenca le preguntaba "si tenía una motosierra en casa".

La Policía, igualmente, interceptó una conversación telefónica entre ambos en la que María Rosa Vázquez se quejaba de la situación en la que la había colocado y añadía que "aquí todos tenéis muy bien atados los cabos menos yo; aquí soy la última, el último mono".

En la actualidad permanecen en prisión, junto con Cuenca, los presuntos autores materiales del asesinato, Valentin Ion y Constantin Stan, así como Serafín de Alba, el propietario del terreno donde fueron enterrados los cuerpos sin vida, ubicado en la pedanía murciana de Alquerías.


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