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| LNSV |
Hay partidos en los que obtener la victoria se hace complicado por el buen juego del rival. Pero en otros, errores propios hacen que un encuentro que debió resolverse con facilidad y prontitud se torne más difícil de lo esperado. Esto último es lo que sucedió en el duelo entre Alianza Lima y Latino Amisa. El segundo de la tabla y el colero, respectivamente.
Bastaba con observar la tabla y recordar los resultados anteriores para colegir con facilidad quién era el favorito en este encuentro. Sin embargo, quienes en el papel deberían haber sido presa fácil para las aliancistas anoche hicieron su mejor partido en lo que va del certamen. A pesar de eso, no les alcanzó.
Fueron las blanquiazules quienes se llevaron los tres puntos (3-1 con parciales de 21-25, 25-11, 26-24 y 25-22). Y claro que eso satisface, pero la forma cómo se consiguió el triunfo -sufriendo más de la cuenta y errando en conceptos básicos del juego- no dejó contento a nadie en tienda íntima. Empezando por el técnico Aparicio.
El experimentado entrenador ya había advertido que a su equipo le falta todavía mayor compenetración en todas sus líneas y que para eso hacía falta trabajar más. Al final del partido, la capitana Mirtha Uribe señalaba que muchas de sus compañeras no mantienen la misma actitud durante todo el juego.
Protagonistas que, desde distintos puntos de la cancha, dieron su impresión de lo que fue ayer la actuación de Alianza Lima. Actuación que, repetimos, dejó más un sinsabor que un motivo de júbilo entre las blanquiazules. Una sonrisa forzada, o sea.
Con esta nueva victoria, Alianza sigue sólido en la segunda casilla de la tabla con 17 puntos, dos menos que el líder Vallejo.
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