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La temporada pasada, con Izabot Bravo y Mirian Patiño entre sus filas, el sexteto del Túpac Amaru fue una grata revelación. No era invencible desde luego. De hecho perdió varios encuentros, pero todos sus rivales tenían que hacer denodados esfuerzos si querían superarlo. Uno de sus mejores atributos era la gran movilidad que tenían sus jugadoras en la zona defensiva.
Hoy, sin Bravo ni Patiño (quien era la capitana), Túpac Amaru ha perdido esa mística guerrera y ese orden defensivo que tantos elogios cosechó el año pasado. Hoy es un equipo débil, con poca precisión en el armado, sin mayor convicción en el ataque y, lo peor, con muchas dudas en la defensa. Del bloque mejor no hablemos.
Es por eso que en el duelo que sostuvo este domingo ante Circolo Sportivo Italiano volvió a morder el polvo de la derrota. La escuadra ‘azurri’ lo venció por un claro 3-0 con parciales de 25-12, 26-24 y 25-22. Esta es la primera victoria que obtiene el Circolo, un resultado que le permite respirar un poco debido a la mala campaña que, al igual que el Túpac, está realizando hasta el momento.
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