El gran rival de Perú en el Mundial de República Checa ha sido su irregularidad. Es un adversario que le ha provocado más de un traspié. Es un oponente al que no ha podido rebasar. Un antagonista que resultó letal para sus aspiraciones. El duelo ante Japón lo ratificó: con unas de cal y otras de arena, la selección juvenil sucumbió ante su par asiático (0-3).
¿Exageramos con lo de la irregularidad? Claro que no. Cómo se puede explicar entonces que, luego de ser superada en el primer set por las japonesas (25-20), pierda la segunda manga por 27-25 (uno de las mejores parciales que ha jugado la bicolor) habiendo tenido una ventaja de siete puntos (22-15). Ni qué decir del tercer juego, donde Perú volvió a mostrar muy poco y cayó 25-19.
“No supimos mantener el ritmo, que fue el factor clave en el partido. ¿Quién sabe qué hubiera pasado si ganábamos el segundo set?”, se preguntaba Natalia al finalizar el compromiso. “Jugamos bien, pero, por desgracia, no fuimos capaces de cerrar el segundo set. Nos sentimos frustradas”, se lamentaba a su vez la capitana Gina López.
¿El nivel de las nuestras no da para más? Por supuesto que sí. Muchas de estas chicas pertenecen todavía a la categoría menor y es más que seguro que tendrán su revancha. Pero, eso sí, urge trabajar en ellas el aspecto psicológico, elevar su autoestima y ayudarles a mentalizarse para saber soportar los momentos de presión.
Ahora, la bicolor tendrá como objetico pelear por la mejor posición posible (se jugará por las casillas 9 al 16). Su próximo rival será México, a quien el sexteto de Turquía lo derrotó 3-0 (25-14, 25-20 y 25-23). El choque ante las mexicanas será este viernes a las 8:00 a.m. (hora peruana).
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