Hace 192 años, un 28 de julio como hoy, la esperanza y el optimismo inundaron el corazón de los peruanos ante la Proclamación de la Independencia que realizó el general San Martín. Era la esperanza de un nuevo comienzo, de un futuro promisorio.
El vóleibol peruano, tantas veces postergado por nuestras autoridades, tiene hoy en la selección de menores un nuevo motivo para ilusionarse en volver a colocarse en esos lugares de privilegio que antaño ocupó en el ámbito internacional. Las ‘matadorcitas’, gracias a su triunfo ante China Taipei por 3-0 (23-25, 25-29, 25-27, 25-20 y 25-9), ya se instalaron en la siguiente instancia de la competencia. Y ahora van por el primer lugar del grupo D.
Tres partidos, tres victorias, siete puntos. Esos son los números de la selección de menores en este mundial. En el duelo ante las asiáticas, Perú acusó el desgaste de los cinco sets jugados contra Italia el viernes. No se jugó bien, eso está claro, pero el equipo supo reaccionar en los momentos precisos. En el quinto set no se llenó de nervios ni ansiedad y supo manejarlo con mucha inteligencia hasta concretar su triunfo.
De esta manera, Perú mantiene su invicto en el certamen. Pero hay algo más: hace 20 años una selección peruana de menores no conseguía ganar tres partidos consecutivos en un mundial en esta categoría. La última vez fue en Eslovaquia en 1993. En dicho torneo, la bicolor logró ganar cuatro veces seguidas. La blanquirroja podrá igualar ese registro si vence este domingo a Turquía (11:00 p.m.).
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