La selección de menores perdió el invicto en el Mundial de Tailandia, y cedió el primer lugar del grupo D, al caer 1-3 contra Turquía, actual campeón de la categoría y también vigente monarca europeo, con parciales de 22-25, 25-23, 18-25 y 19-25.
“Por qué ellas bloquean y nosotras no”, le recriminaba Natalia a sus pupilas. ‘Doña Bárbara’, como todos lo que vieron el partido, se dio cuenta de que la superioridad de Turquía pasaba por su buen trabajo en el bloque, la primera arma defensiva de un equipo. Las turcas obtuvieron 22 puntos por esa vía, mientras que las nuestras apenas seis. He allí la diferencia.
Pero no fue la única razón por la que las turcas se impusieron. Ellas tuvieron un mejor juego en conjunto, aprovecharon muy bien los errores peruanos en recepción e hicieron mucho daño con sus ataques por los costados, sobre todo con esos mates diagonales. Para eso, tuvieron en Pelin Aroguz como su arma más efectiva. La zurda nos anotó 22 puntos. Su complemento perfecto fue Ada Germen con 17.
En cambio, la bicolor solo tuvo en Ángela Leyva a su mejor exponente. La capitana marcó 18 anotaciones, las demás atacantes -Valiente, Urrutia y Del Valle- no llegaron ni a los diez puntos. He ahí otra diferencia.
Con este triunfo, las turcas se adueñaron del primer lugar del grupo D, desplazando al cuadro incaico. Perú tendrá que esperar la culminación de la primera fase -las nuestras descansan en esta última fecha- para conocer a su rival en la siguiente instancia, que podría ser Estados Unidos, Eslovenia o República Dominicana.
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