NO QUEREMOS UN BURGA EN EL VÓLEIBOL

Que Sung Jin Hong se tiene que ir ya mismo, es una verdad indubitable. Que hay jugadoras que ya deberían ser dejadas de lado, es incuestionable. Pero es preciso también que la gente de la Federación Peruana de Vóleibol (FPV), con Luis Linares a la cabeza, asuma su responsabilidad ante esta vergonzosa situación.

En primer lugar porque fue esta directiva quien contrató al surcoreano, un entrenador sin mayor renombre ni palmarés. Era sumamente evidente que la barrera del idioma ya de por sí era una desventaja, pero en todo el tiempo que ha estado al frente de la selección no se notó ni un progreso en ese aspecto. Balbuceaba solo algunas frases, pero la mayoría de sus palabras eran ininteligibles para nuestras jugadoras. ¿Qué hizo la FPV ante esta situación? ¿Fue de ayuda en ese sentido el asistente Alfredo Solís? No, ni él mismo le entendía ni se animaba a dar alguna indicación. 

¿Por qué se contrató a Sung Jin Hong? ¿Qué mérito hizo el surcoreano para agarrar el buzo de la selección? ¿Tanto pesa Man Bok Park? ¿Él es el “poder detrás del trono”?  

Linares también es responsable de esta ignominia porque fue su directiva la que decidió no renovar el contrato de ‘Chico’ Dos Santos (aunque el brasileño aseguró que lo habían despedido arbitrariamente, incluso por correo electrónico). Nunca se dio una explicación clara de por qué dejamos ir a un técnico de comprobada trayectoria y calidad. ¿O es que resulta incómodo que un entrenador exija las mínimas condiciones de infraestructura para desarrollar su trabajo? ¿O es que es cierta esa versión de que se tuvo que escoger entre Natalia Málaga y el brasileño? Usted tiene la palabra, señor Linares.

La selección no tiene rumbo, su brújula hace mucho tiempo está extraviada. Probamos con la escuela europea, fracasamos. Se intentó con la brasileña, le tuvieron poca fe y despacharon a ‘Chico’ a los pocos meses. Y ahora sumamos otro fiasco con la escuela asiática. ¿Quo vadis, Perú? ¿A dónde nos conduce, señor Linares?

Lo considero un hombre honesto -no tengo pruebas de lo contrario- y saludo que haya apostado, desde su club Géminis, por el vóleibol nacional. Más gestos como el de usted es lo que necesita este deporte. Pero ahora que es el máximo responsable del vóleibol peruano tenga la valentía de asumir su responsabilidad y reconozca que se equivocó, que en este fracaso deportivo usted también tiene la culpa. No bastará con que salga a dar la noticia, que se cae de maduro, que Sung Jin Hong no va más en la selección. No, no bastará con eso.

Queremos que salga al frente y ponga el pecho a las balas. Que explique qué hará la FPV para que jugadoras con proyección como Gina López no dejen la selección para irse a estudiar al extranjero. Queremos que exponga qué papel cumple Man Bok Park en el organigrama de la entidad que usted preside. Queremos que se argumente cuál es su plan de trabajo de cara a Río 2016. 

En suma, señor Linares, los que amamos el vóleibol y que nos hemos sentido indignados y avergonzados por lo sucedido el domingo, no queremos otro Burga en el deporte peruano. No sea usted el Burga del vóleibol -entiéndase un caradura, alguien que quiere entornillarse en el poder y que no acepta un solo error-, demuéstrenos que es diferente. Insisto, creo que es una persona transparente y me arriesgo a apostar que está tan enfadado como nosotros por el papelón que hicimos, pero antes de mirar la (enorme) paja en el ojo del surcoreano, observe primero la viga en el suyo. Una sincera autocrítica siempre es saludable. Vamos, no es tan complicado.