Con un estupendo trabajo de Alexandra Muñoz, Rafaella Camet y de Ángela Leyva, la selección nacional venció 3-0 a su similar de Colombia, se clasificó a la final de la competencia y aseguró su presencia en el podio. Este viernes va por el oro ante Venezuela.
El cuadro cafetero sin Madelaynne Montaño es como un tigre sin colmillos, como un chimpancé famélico, como un cóndor sin alas. Una presa fácil, o sea. Peor todavía si en el duelo de anoche se encontró con un Perú agresivo, punzante y decidido a no darle ni la más mínima opción de sorpresa.
Los parciales a favor de las nuestras -25-11, 25-11 y 25-18- establecen claramente qué equipo tuvo el control del compromiso y la contundencia con que la blanquirroja doblegó a las colombianas.
Este viernes, a partir de las ocho de la noche, Perú buscará adjudicarse la presea dorada. El último obstáculo será Venezuela. El país entero hará fuerzas para que las chicas de Natalia Málaga se suban a lo más alto del podio y vean flamear nuestra gloriosa bandera.
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