En todos lados se cuecen habas. Los dirigentes brasileños no tuvieron el más mínimo respeto con las integrantes de su selección adulta, la mayoría actuales campeonas olímpicas y recientes ganadoras del Grand Prix, y les hicieron viajar hacia nuestro país en condiciones poco apropiadas.
Resulta que, en una decisión inaudita, las autoridades deportivas brasileñas hicieron viajar a Lima, a sus seleccionadas, para disputar el Campeonato Sudamericano, en clase económica. Esto generó una infinidad de incomodidades para las voleibolistas del mejor equipo del mundo, según el ránking de la FIVB.
Y es que hay que considerar el poco espacio que hay entre los asientos y lo dificultoso que eso resulta para atletas de gran estatura como las brasileñas. Muchas de ellas no se quedaron calladas y manifestaron su malestar a través de las redes sociales, con fotos incluidas.
Sheila Castro, por ejemplo, dijo que "es absurdo que viajemos en estas condiciones, ganamos un derecho luego del primer oro olímpico, pero la Confederación Brasilera ha ignorado nuestros argumentos”. Thaisa, por su parte, con algo de humor irónico, posteó: "Con mis 1.96 m. parezco una sardina enlatada y solo pido a Dios y a mis fisioterapeutas que salven mis rodillas".
Fabiana fue mucho más enérgica y señaló: “Nadie merece una falta de respeto tan grande como la que estamos sufriendo. Estar en un avión por más de cinco horas sentadas en un asiento que no encajamos es realmente indignante. Es muy triste recibir este trato por parte de la Confederación después de todo lo que hacemos por nuestra camiseta y nuestra selección”.
La foto que sigue a continuación es más que elocuente:
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