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Con las manos vacías. Así regresará a Lima la delegación del Peerless, equipo peruano que nos representó en el reciente Sudamericano de Clubes Masculino, disputado en Brasil, que ayer perdió su encuentro ante la Universidad Católica de Chile 2-3 y resignó la medalla de bronce, a pesar de haber estado 2-0 en ventaja.
En el Sudamericano de La Paz en 1987, Peerless había conseguido la presea de plata en lo que significa, hasta el momento, la mejor actuación de un club peruano en esta rama del voleibol. Y hasta los dos primeros sets parecía que el sexteto de San Isidro volvería a subirse al podio, ya que ganaron por 25-15 y 30-28 el primer y segundo parcial, respectivamente.
Sin embargo, ese apretado segundo set ya presagiaba la recuperación de los chilenos, que lo ratificaron al ganar las dos siguientes mangas por 25-22 y 25-23. El marcador estaba igualado y todo se tendría que definir en un quinto juego.
Peerless empezó algo nervioso y ni la experiencia de su armador César Sayers fue propicia para que las ansias de los peruanos no les jugaran en contra. Esta situación fue bien aprovechada por los ‘católicos’ quienes finalmente con un 16-14 concretaron una espectacular remontada que les permitió adjudicarse la medalla de bronce que, repetimos, parecía ya tener dueño.
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