El portal web de un importante diario local hizo eco ayer de la sorpresiva presencia de la castigada voleibolista juvenil María Fátima Acosta en los entrenamientos de la selección de esa categoría que se prepara arduamente para llegar en óptimas condiciones de cara a su participación en el, cada vez más cercano, Mundial de Vóley Juvenil que se disputará en nuestro país el próximo mes.
Hasta allí nada extraño. Pero conforme uno sigue leyendo ese artículo, es inevitable que no le llame a uno poderosamente la atención que asemejaran el probable perdón a `Mafa` -que dicho sea de paso no está confirmado por ninguna persona autorizada de la Federación ni de la propia Natalia- con el indulto que recibió el futbolista Jefferson Farfán, expulsado de la selección por indisciplina.
Ambos casos, reprochables desde todo punto de vista, tienen sin embargo muchas discordancias el uno del otro. En primer lugar, `Jeffry` es ya una persona madura que sabe bien lo que es bueno y malo, mientras que Acosta es una muchachita que aún está aprendiendo a caminar por sí misma, aunque esto no aminora su responsabilidad. Por otro lado, Farfán es reincidente; es decir, no ha sido una sola la ocasión que ha sido ampayado “haciendo travesuras”; en el caso de María Fátima, es la primera vez que comete una grave infracción (esto sí se menciona en aquella publicación).
Pero lo que más dista un caso del otro, es en la gravedad de la falta. Por el lado de Jefferson se trató de indisciplinas que tienen que ver con borracheras, orgías y demás; en cambio, `Mafa` engañó a Natalia para poder asistir a un quinceañero de una prima cercana. Es preciso aclarar, que no tenemos nada en contra de Farfán y que lo mencionado no pretende descalificar a Markarián por haberle dado una nueva oportunidad al delantero nacional. Si está o no en lo correcto eso lo sabremos con el tiempo, lo que nos compete a nosotros es precisar que esa es una historia muy distinta a la de la líbero de la selección. No hay analogía que tenga asidero alguno.
Por otro lado, creemos que la presencia de Acosta en los entrenamientos obedece a la necesidad de contar con una líbero de experiencia en ese puesto. Recordemos que la mencionada voleibolista fue pieza clave para la obtención de la medalla de bronce en las Olimpiadas de la Juventud realizada en Singapur el año pasado. A pesar de que se probó en esa posición tanto a Danae Carranza como a Liseth Sosa, ambas jugadoras no han logrado dar las garantías necesarias en esa ubicación, y esa es una ventaja que Perú no puede darse el lujo de dar y menos en un Mundial.
Por lo mismo, creemos que no sería un retroceso en el liderazgo que intenta plasmar `Doña Bárbara` en su equipo si es que finalmente decide perdonar a María Fátima. Por el contrario, daría señales que, a pesar de tener bien claro lo importante que es la disciplina en cualquier elenco, entiende que es más importante aún contar y utilizar todas las armas necesarias y disponibles para afrontar esa “guerra” mundialista. Y qué duda cabe, Acosta es una de ellas.
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