Ni el empuje de Jessenia Uceda fue suficiente para que la selección nacional obtenga esta madrugada su primera victoria, o evite otra caída que es lo mismo, en este Grand Prix que, como van las cosas, se está convirtiendo en una verdadera pesadilla para el elenco peruano. Y es que, a pesar de que los responsables: dirigentes, comando técnico y jugadoras, sigan intentando convencernos de que se está mejorando, la realidad nos dice que Perú ha sumado hoy ante Italia su sétima derrota en el torneo.
Hablar de la actuación en este encuentro de nuestras ‘matadoras’ sería redundar en lo mismo que hemos venido señalando anteriormente. Es decir, fue un equipo que sigue incurriendo muchísimo en errores de fundamento: Saque, bloque y recepción (cometieron 17 errores en total). Las que están en la ofensiva se esfuerzan, con empeño logran algunos puntos, pero cuando tenemos que defender somos un cuadro muy vulnerable, fácil de penetrar, ausente de respuestas defensivas.
El primer set Italia, en veintiún minutos de juego, lo ganó por 25-18. El segundo, con menor dificultad, se lo adjudicó por 25-16. En la última manga Perú se puso cinco puntos arriba, pero no supo mantener esa ventaja y dejó que las ‘azurri’ se recuperaran para llevarse el parcial por 25-18. Un 3-0 que reflejó la inferioridad de las nuestras ante las europeas.
Van siete partidos de nuestra selección en este certamen y en todos ellos solo hemos sumado derrotas. Veintiún sets perdidos y ni uno solo, sí ni uno solo, ganado. Pero claro, se escuchará, casi como una letanía, que seguimos progresando y cosas similares. Mañana nos tocará enfrentarnos a Alemania, que ya nos ganó la semana pasada, y el domingo cerraremos con Estados Unidos. ¿Cambiará la historia? Difícil, ¿no?
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