Fuente: elcomercio.pe
Suena el teléfono. Natalia Málaga está al otro lado de la línea, preocupada porque hay algunas críticas que le han hecho que no le han sentado muy bien. “¿Cómo pueden decir que no les inculco la parte técnica y que solo les grito?”, pregunta. “¿Cómo me pueden juzgar si solo me escuchan 30 segundos? No saben cómo preparamos los partidos, cómo analizamos a las rivales. Me molesté en los partidos porque después de tanto explicar, hacíamos cualquier cosa en la cancha”.
Hace dos días acabó el Campeonato Mundial Juvenil Femenino y, aunque reconoce que el sexto puesto es bueno, ella misma siente que se pudo haber llegado más arriba.
Para muchos queda la sensación de que solo les gritas y que de la parte técnica, al menos cuando los partidos se paralizan o pides tiempos, les hablas muy poco.
Pero ¿qué más quieren que les explique? Durante horas hemos visto videos de los rivales, hemos analizado las jugadas. Quizá algún día pueda mostrarte todos los diagramas que hemos hecho, la forma cómo debemos atacar a cada equipo, cómo hay que marcar. Nosotros filmábamos al rival, analizábamos sus virtudes y sus debilidades. Incluso veíamos cómo se iba a sacar y cómo bloquear, si se marca en diagonal o en línea, dependiendo de qué jugadora está al frente.
¿Entonces ellas o no te entendieron o no te prestaban mucha atención?
No lo sé. Quizá ha sido mucha información. Quizá por eso se salían del partido con mucha facilidad. Eso era lo que más me molestaba. Yo les grito, pero también las entreno. Y mucho.
Hubo pasajes buenos, pero caían seguido en baches llamativos.
Ante Italia estuvieron pendientes de otras cosas, que si recibieron entradas, que si sus familiares llegaron o no al coliseo. Yo creo que nos faltó regularidad.
El domingo, en el último set, sentaste a Daniela Uribe…
Es muy talentosa, pero hay que trabajar la parte emocional con ella. Se sale del partido con facilidad y eso no está bien.
Lo que sí sentí es que en el primer partido ante República Dominicana nos gritaron en nuestra propia cara.
Yo no puedo pensar como lo hacen las chicas. Si yo hubiera estado en la cancha y a mí me insultaban en la cara, yo se lo hubiera devuelto dos veces. De lo que se trata es que no te ganen la moral, que no te pasen por encima.
¿Qué significa para ti el sexto puesto que al final consiguieron?
De hecho, yo soy picona y quería algo más, pero hemos visto el nivel de las rivales. Haber acabado sextas no es malo, aunque, claro, a mí me hubiese gustado terminar más arriba. Soy picona y no me gusta ser sexta. Pero se tienen que mejorar las condiciones de trabajo en todo sentido. Y las chicas tienen que mejorar su actitud.
Casi todas pasan a mayores, algunas ya están con la selección de Luca Cristofani.
Pues eso es bueno. Espero que les ayude a seguir mejorando. Ahora bien, cuando yo hablo de que hay mucho por trabajar, me refiero a que el trabajo se debe hacer desde las menores. Yo no sé si es que voy a seguir con esta categoría. Si me preguntan, yo creo que me gustaría trabajar más con las menores. Es que así uno puede hacer un trabajo formativo y que no lleguen a las juveniles con tantos defectos.
Pero ese es un mal que viene de hace años…
Pero en algún momento hay que cambiarlo. Las menores estuvieron hace poco en una Copa Panamericana, acabaron cuartas y luego les dieron vacaciones. ¿Acaso no tienen un Sudamericano el próximo año? Hay tanto por trabajar, tanto por hacer… pero algunos ven las cosas muy relajadas.
¿Quizá son muy suaves?
Pero se les puede preparar mejor, alistarlas para la alta competencia que es lo que necesitamos. Hay que ir explotando sus virtudes desde que son pequeñas.
Regresando al Mundial, ¿tuviste un cruce de palabras con el entrenador brasileño de Dominicana?
No, todo bien. Nos conocemos desde hace tiempo. Lo que pasó fue que en el primer partido, el que jugamos por la segunda ronda del Mundial, él comenzó a hacer una serie de movimientos, a quejarse de todo, de la gente, de lo que gritaban, yo volteé y lo mandé bien lejos… y él se picó. Pero son cosas del partido.
¿Qué es lo que más te gustó?
Creo que Vivian Baella ha sido de las más regulares y a Ginna López no le pesó la responsabilidad ser titular. Las demás lo hicieron bien, en líneas generales, aunque con mucha irregularidad.
¿Te tomarás un descanso y luego a volver a trabajar?
Sí, descansaré un poco. Y como soy bien masoquista, me voy a República Dominicana a descansar, ja, ja…A mi regreso me reuniré con los directivos para saber cuáles son los objetivos y analizar la fórmula de trabajo.
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