viernes, 25 de febrero de 2011

PARA PONERSE A LLORAR



Universitario tenía casi todo para salir airoso de este duelo ante Deportivo Alianza. Contaba con prácticamente todo el coliseo hinchando por sus colores, tenía mejor plantilla que el rival, así como la estadística a su favor en estas instancias (en cuartos de final del Apertura ya habían eliminado a su antagonista de anoche). Pero el “casi”, no es el “todo”. El “casi” no define nada. Es más, esa “casi” segura victoria se convirtió en una “casi” segura derrota, que si bien es cierto no se llegó a consumar por haberse suspendido el encuentro por medidas de seguridad, todo indica que así será.
La hinchada merengue se hizo presente en el coliseo Bonilla y alentaba con el alma al equipo de sus amores. Pero esa pasión instalada en los barristas, estaba ausente en aquellas que tenían infundada la camiseta crema dentro de la cancha, sobre todo en el segundo parcial. Pero hablemos primero del set inicial que empezó con un aceptable nivel de ambos elencos quienes mostraron sus mejores armas. Por el lado de Universitario, sus ataques por el centro con Marisol Mendoza como referente causaban mucho daño a la defensa rival. En el “Depor” era Mirtha Uribe y su hermana Daniela - asistidas con bastante precisión por la armadora Carol Aguilar, quien volvió a demostrar que su físico no le impide ser rápida mentalmente para construir las jugadas de ataque – quienes marcaron la diferencia (en labor ofensiva y de bloqueo) y llevaron a su escuadra a ganar el set por 26-24.

Las hermanas Uribe hicieron un gran partido anoche.
En el segundo parcial, la desconcentración y la inseguridad en las jugadoras de Universitario fueron realmente desconcertantes. Un equipo que pretende luchar por el título no puede tener estos vacíos y carecer de un poder de recuperación tan necesario en esas circunstancias. Fallaban en la recepción, las bolas fáciles que sólo tenían que pasarla al área rival la estrellaban contra la net, el bloqueo nunca apareció. Así todo es más complicado. Heinz Garro hizo ingresar a Rocío Miranda por Carmen Navarrete, pero tampoco fue parte de la solución, sino del problema. Sería mezquino no mencionar que Deportivo Alianza aprovechó al máximo las licencias que le otorgó la “U. Y eso es mérito de ellas por supuesto. Al final, el “Depor” se llevó casi a ritmo de entrenamiento el segundo parcial por 25-12.
Para variar, antes del último punto del set anterior ya se había producido una confusa trifulca  en la cual estaban involucrados unos cuantos seudos hinchas de Universitario, que conllevó a que la Comisión Organizadora suspendiera el encuentro por falta de garantías pensando en la seguridad de los asistentes. Un hecho lamentable que mancha este torneo que se había desarrollado en la más absoluta normalidad. Y lo que es peor, deja empañado al vóley peruano. Tan mortecino, opaco y deslucido como estuvo ayer el conjunto crema.

Carol Aguilar, armadora del "Depor".
Ahora, Universitario está obligado a ganar sí o sí el próximo encuentro a disputarse el sábado, para forzar un encuentro definitorio. Pero para eso, el técnico Garro tiene que replantear muchos aspectos en su plantel. Y lo que es fundamental: la actitud de las jugadoras merengues tiene que cambiar. Tienen que vivir  los partidos con la misma intensidad con la que viven sus hinchas en las graderías. Tienen que, para citar una frase de “Chemo” Del Solar, dejar la piel en la cancha. Veremos si lo hacen.




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