UN ANTECEDENTE NEFASTO PARA EL VÓLEY PERUANO

Un hecho lamentable sucedió anoche en el coliseo Manuel Bonilla de Miraflores. Se jugaba los puntos finales del segundo set que lo ganaba ampliamente el sexteto del Deportivo Alianza a su similar de Universitario (24-12)  – el primero se lo había llevado también el “Depor”  por 26-24 – y las cosas se desarrollaban con total normalidad, cuando de pronto las miradas de las jugadoras, comandos técnicos y los aficionados se dirigieron hacia un rincón del recinto donde se había producido una trifulca, dejando como resultado un hincha herido en la mano. ¿Qué es lo que sucedió? Hay dos versiones al respecto, pero lo único claro es que un seudo hincha de la “U” apodado el “loco”, que dicho sea de paso la barra crema no lo reconoce como parte de su grupo, le arranchó la camiseta a un hincha del “Depor” que estaba bastante lejos de la ubicación de la hinchada merengue. Es aquí donde se tejen dos versiones:

VERSIÓN DE LOS ORGANIZADORES
Según los organizadores del torneo, y que va a constar en el informe presentado por ellos ante el Comité de Control, el desadaptado disfrazado de hincha al ver que el aficionado atacado oponía resistencia, lo acuchilló en la mano provocando que le causara un corte profundo por lo que tuvo que ser auxiliado por los médicos presentes y ser llevado luego a un hospital cercano para que lo atendieran y después a la comisaría para asentar la denuncia respectiva.

VERSIÓN DE LOS HINCHAS
Cuando los integrantes de la barra se dan cuenta de la estupidez que estaba haciendo ese “infiltrado”, como ellos lo llaman, dos de ellos se dirigen hacia el lugar de la gresca para intentar calmar los ánimos. Entonces, el hincha que le robaron la camiseta observa a un hincha de la “U” apodado “chonguito” y le propina un puñetazo rompiéndole el lente que tenía puesto y provocando el corte que después se dijo, erróneamente según ellos, que había sido producto de un cuchillazo.

Este es el hincha llamado "chonguito".

Lo cierto es que el indeseable fanático crema fue retirado a empellones del coliseo por los agentes de seguridad que dicho sea de paso son muy pocos para darse abasto para controlar situaciones de este tipo. Cuando se pensaba que el partido se iba a reiniciar, la barra de Universitario seguía intranquila y la gente del “Depor” exigía a los organizadores que suspendan el encuentro. Estos, luego de conferenciar con los árbitros, tomaron la determinación de que el partido ya no se seguiría jugando.

¿Y AHORA QUÉ?

Muchos se preguntaban anoche que pasaría entonces con el resultado final del encuentro. La gente del Deportivo exigía que se les declare ganador del cotejo. En cambio, la gente de la “U”, encabezada por el presidente de la comisión de vóley de las merengues, el señor Julio Alarcón, afirmaban que según el reglamento se debía anular el partido y jugarse otro desde cero. Lo cierto es que hoy debe reunirse el Comité de Control, que revisarán el informe de las autoridades presentes ayer (árbitros y delegados) y tomarán una decisión que por lo que sabemos será a favor del “Depor”.

Si esto sigue así, las tribunas quedarán vacías.

Más allá de qué equipo vaya a salir afectado por la decisión del Comité, hay que decir que el más perjudicado es el vóley peruano, pues con situaciones así los aficionados van a dejar de asistir a los recintos deportivos, y esto es algo que echaría a perder lo bueno que se estaba haciendo para el resurgimiento del deporte de la net alta en el Perú. Es la primera vez que sucede algo así en la Liga de Vóley y deseamos de todo corazón que sea la última. No a la violencia, sí al deporte.