Foto: Michael Carrión |
Fuente: elpoli.pe (Rosa Cáceres)
Llegó hace cuatro años de su Amazonas querido con una sola ilusión: ser alguien en el voleibol peruano. Su espigada figura, bastante alta para su edad, 13 años, llamó la atención de los 'cazatalentos' de la Federación Peruana de Voleibol. Ginna López, hoy con 17 años -todavía perteneciente a menores-, es uno de los valores con mayor proyección en el deporte de los mates. Y, sin perder su sencillez, demuestra porqué se ha ganado un lugar en la selección juvenil.
No por gusto ha recibido el elogio de la entrenadora Natalia Málaga. "Ginna es una chica que ha crecido muchísimo. Es muy fresca, no le corre a la responsabilidad. Frente a Estados Unidos ayudó enormemente en la red, ha sido muy pareja, en su saque, su bloqueo, amortiguando", dijo.
Y el público también le retribuyó su cariño. "Ginna, tú lo lograste", "gracias, Ginna", fueron algunos de los gritos emocionados que salieron de las tribunas. Pero, lo que la joven de 1.85 metros de altura nunca esperó fue que al final del encuentro con las norteamericanas, su nombre sea coreado por todos los asistentes al coliseo Dibós de San Borja.
"En verdad, eso fue increíble. No me esperaba toda la emoción del público apoyándome y más en ese partido en el que todas dimos todo en la cancha", comentó con humildad.
Quizá reconocieron que entraras tan bien en los partidos más complicados del Mundial.
En verdad, la entrenadora se la jugó conmigo y estoy muy agradecida por la confianza que me tuvo Natalia y con mis compañeras, que me dieron todo su apoyo.
Creo que lo más importante es que no te pesó la responsabilidad.
Eso fue por la confianza que me dan las chicas. Yo siempre trato de darlo todo en la cancha, porque siento que es mi equipo, así no sea titular, y aunque ellas tengan más edad que yo, me siento igual que ellas.
¿Qué te dijo Natalia, porque entraste con una 'conchudez' a la cancha?
Jajajaja. Solo me dio confianza en mí misma, al igual que mis compañeras. Conversamos. Sabíamos por dónde teníamos que atacar y las cosas salieron bien.
Se nota que las chicas te tienen mucho cariño y te protegen.
Todas me apoyan. Durante el partido con Estados Unidos, todas estuvieron pendientes. Incluso sucedió algo lindo al final. Mabel (Olemar) me abrazó cuando corearon mi nombre y lloró compartiendo toda la emoción que sentí. Gracias a todos.
Pero esto no acaba, hay más por luchar.
Así es y todas estamos plenamente conscientes de ello.
¿Qué te parece el próximo rival, Bélgica?
Las chicas conocen más a ese equipo, porque fueron a la gira europea y yo no pude -se recuperaba de una lesión-, pero con todo lo que hemos demostrado ayer, de verdad creo que será un gran partido.
¿Cuán importante es la actitud, no?
Todas nos dimos cuenta de que era eso lo que faltaba y salimos adelante.
Todas nos dimos cuenta de que era eso lo que faltaba y salimos adelante.
¿No tienes la sensación que si jugaban así contra República Dominicana el resultado habría sido distinto?
Sí, bueno... Yo creo que sí, pero ahora ya no pienso en eso, sino en lo que nos viene, Lo que pasó ya pasó.
Sí, bueno... Yo creo que sí, pero ahora ya no pienso en eso, sino en lo que nos viene, Lo que pasó ya pasó.
¿Entonces, le ganamos a Bélgica?
A eso saldremos, con todo.
A eso saldremos, con todo.
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