miércoles, 27 de julio de 2011

MUNDIAL JUVENIL (GRUPO E): NO LA VIMOS


“Solo dos o tres jugadoras estuvieron metidas en el partido, el resto estaba pensando en cualquier otra cosa menos en el rival que tenían enfrente”. Con estas palabras la entrenadora de la selección juvenil, Natalia Málaga, trató de buscar una respuesta al flojo partido que ayer el equipo que dirige perdió ante su similar de Italia por 0-3 y le complicó su chance de clasificar a las semifinales del Mundial de la categoría que se juega en nuestro país.

El ambiente era propicio para disfrutar de un gran partido y, sobre todo, de una buena actuación de nuestras ‘matadorcitas’. Las tribunas del remozado coliseo Eduardo Dibós del distrito de San Borja lucían un lleno total. El Perú, Perú, Perú, se escuchaba en todo el recinto deportivo. Aficionados de todas las edades, pintados sus rostros con los colores patrios, alentaban sin cesar a su selección. Pero al final, fueron las visitantes quienes celebraron.



Perú empezó bien el encuentro. Sabía que el bloque de su rival era bastante alto y tanto Daniela Uribe como Vivian Baella, de manera inteligente, mataban de tal forma que el balón tocaba las manos de las italianas y éste se iba afuera. De esa manera, el conjunto peruano sumaba sus puntos. Pero Italia tenía una arma distinta: a la gigante Valentina Diouf. Esta jugadora, de dos metros de estatura, contribuyó significativamente para que el cuadro italiano gane el primer set por 25-23.

Gina López, que en el set anterior había reemplazado a una irreconocible Raffaella Camet, empezaba el segundo parcial desde el arranque y la ofensiva nacional tuvo mayores variantes. Tras superarse los problemas de la energía eléctrica del coliseo, Perú logró sacarle cuatro puntos de ventaja a su rival (19-15), pero conforme avanzaba el set, su juego se fue diluyendo, al igual que las luces del escenario que por tercera vez se apagaron, y permitió que las europeas le empatasen y finalmente se lleven la manga por 25-20. En otras palabras, mientras que las ‘azurri’ sumaron 10 puntos más, las nuestras solo hicieron 1.

El entusiasmo ya no era el mismo en los aficionados, quienes ahora exigían a Natalia el ingreso de Mabel Olemar. La entrenadora, no sabemos si por una decisión técnica o por la presión de la gente, la mandó al campo de juego en reemplazo de una errática Grecia Herrada. También cambió a la armadora Muñoz por Diana Gonzales. Pero nada cambió. Por el contrario, los errores y la clamorosa falta de comunicación entre ellas, se acrecentaban conforme transcurría el tercer set. Impotentes de no poder revertir esta situación, las juveniles empezaron a recriminarse entre ellas en pleno partido. Pero ni eso, ni los gritos de Natalia incluidos sirvieron para evitar que Italia se adjudique de manera más holgada este parcial por 25-14.

Párrafo aparte merece la actuación de la líbero María Fátima Acosta, quien ayer debe haber jugado uno de sus peores partidos con la selección. Lenta, falta de reacción, nula en el apoyo y, para variar, insegura en la recepción, que se supone es una de sus mejores virtudes. Tal parece que el tiempo que no entrenó con el resto de sus compañeras por la ‘mentirita blanca’ que inventó le está pasando factura.

Luego de esta derrota, Perú está obligado a vencer hoy a República Dominica y mañana a la poderosa selección de Estados Unidos para poder clasificar a la siguiente instancia de esta competencia. Sin duda, no es una empresa fácil la que tienen por delante las ‘matadorcitas’; no obstante, el Perú entero espera que demuestren vergüenza deportiva y peleen hasta el último punto por esa chance que aún tenemos.


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