Era su prueba más difícil y salió airosa. Pudo liquidar mucho antes a su rival, pero lo importante es que se llevó la victoria. La selección juvenil peruana derrotó a su similar de Eslovaquia 3-0 y ganó el grupo A de manera invicta y sin ceder ningún set en lo que va de la competencia.
Perú salió con ferocidad desde el inicio. Con vertiginosos ataques y un bloque muy concentrado, el sexteto peruano llegó a sacarle el doble de puntos a su rival al ponerse 18-9. Sin embargo, lo que parecía ser un cómodo set para las peruanas, errores puntuales en la recepción y la efectividad de la eslovaca Nikola Radosova permitieron a las europeas acercarse en el marcador. No obstante, las nacionales pudieron llevárselo por 25-21.
El segundo parcial mantuvo la misma tónica que el primero. Con un Perú muy incisivo y convencido de lo que tenía que hacer, pudo rápidamente sacar una diferencia que supo mantener hasta el final del set para ganarlo por 25-22. El triunfo estaba más cerca que nunca y solo era cuestión de mantener el nivel mostrado en estos dos primeros juegos.
A diferencia de los sets iniciales, en el tercero fue Eslovaquia quien estuvo adelante en el marcador. Pero nuestras ‘matadorcitas’ demostraron una gran capacidad de reacción y se lo terminaron adjudicando por 25-20.
Se había dicho desde mucho antes que para nuestra selección era importante ganar el grupo. Evitar a Brasil y al ganador del grupo D, que en este caso fue China, era ya un paso adelante hacia la meta que se ha fijado: estar entre los cuatro mejores y, por qué no, tentar una medalla. Lo cierto es que, más allá de lo complicado que resultará alcanzar ese objetivo, en estas instancias cualquier cosa puede suceder. Lo importante es que nuestras chicas crean en sí mismas. Esa será la clave para llegar lo más alto posible. ¡Sí se puede!
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